El Ejemplo De Mascarita
(Mateo 5:9) “Bienaventurados los pacificadores; porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
Con este apodo lo llamábamos también nosotros. Íbamos, de cuando en cuando entre clases, a jugar una partida en una desvencijada sala de billar. Andando por la calle con Saúl se descubría lo molesta que tenía que ser su vida por la insolencia y la maldad de la gente. Se volvían o se plantaban a su paso para mirarlo mejor y abrían mucho los ojos sin disimular el asombro o la repulsión que les inspiraba su cara. Y no era raro que, los chiquillos sobre todo, le dijeran majaderías. A él no parecía molestarle; reaccionaba siempre a las impertinencias con alguna salida chistosa.
Un día al entrar al billar un borracho estaba bebiendo en el mostrador. Apenas nos vio vino a nuestro encuentro tambaleándose y se plantó ante Saúl con los brazos en jarras: “¡Que monstruo! ¿De qué zoológico te escapaste, oye?”
“De cuál va a ser, pues, compadre, del único que hay, del de Barranco,” le respondió Mascarita. “Si vas corriendo, encontrarás mi jaula abierta.” Y trató de pasar. Pero el borracho alargó las manos hacia él, haciendo una señal de desdén con los dedos.
“¡Tú no entras, monstruo! Con esa cara, no debías salir a la calle; asustas a la gente,” gruñó el ebrio. “Pero si no tengo otra; ¿qué quieres?” le sonrió Saúl. “Déjanos pasar, y no te pongas pesado.”
Yo, para entonces, perdí la paciencia. Cogí al borracho de las solapas y comencé a darle una zurra. Hubo un conato de puños, revuelo de gente, empujones, y Mascarita y yo tuvimos que marcharnos sin jugar nuestra partida.
Al día siguiente recibí de él una carta que, entre otras cosas, decía: “Compadre..., no tengas más rabietas, y menos por culpa mía. De todas maneras, gracias.” Chau, Saúl
Saúl Zuratas sigue a cabalidad el siguiente consejo de San Pablo, que a todos nos conviene seguir: “No pagando a nadie mal por mal; procurando lo bueno no sólo delante de Dios, mas aun delante de todos los hombres. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré”, dice el Señor. Antes bien, “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.” No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.” (Romanos 12:17-21).
¿Hasta dónde alcanza tu cristianismo personal? ¿Hasta que pasan el limite de tu paciencia o hasta donde Cristo dijo que tenemos que llegar? ¿Prácticas las enseñanzas de Cristo en tu diario andar con tu cónyuge? ¿Con tus hijos? ¿Con tus hermanos? ¿Con los con quienes trabajas o estudias?
¿Es tu cristianismo simplemente una religión, una buena filosofía o tu estilo de vida como el resultado de tu encuentro personal con Jesucristo?
Si La Palabra de Dios No Aplica A Toda Tu Vida... Es Inválida
(Santiago 1:22) “Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”
Etiquetas: Devocional
posted by Prince and Gina Parker @ 7/01/2006 09:58:00 a. m.,
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