La Conquista Del Salvador
miércoles, junio 09, 2010
La Conquista Del Salvador
(Marcos 4:35-41)
Introducción: Jesucristo es el Maestro de toda situación y el conquistador de cada enemigo. Si confiamos en Él y seguimos Sus órdenes, nada tenemos que temer.
A.) El tema central de esta siguiente sección larga (4:35 – 5:43) es la "Victoria". En ella Marcos nos testifica de cuatro milagros hechos por nuestro Señor y cada milagro nos anuncia la derrota del enemigo. Estos cuatro milagros son: La Victoria Sobre El Peligro, La Victoria Sobre Los Demonios, La Victoria Sobre La Enfermedad y La Victoria Sobre La Muerte.
I.) La Victoria Sobre El Peligro (Marcos 4:35-41).
A.) Cuando dice, "Aquel día…", habla del día en que enseñó "las parábolas del reino". Él les había enseñado La Palabra y ahora les daría un examen práctico para ver cuánto habían aprendido.
1.) ¿Por qué les puso a prueba así? Lo hizo porque el resultado de haber oído [en verdad] la Palabra de Dios es la fe y la fe siempre debe ser probada para ser purificada (Romanos 10:17).
2.) No basta simplemente aprender una lección o repetir una enseñanza. Debemos tener la habilidad de andar en la lección aprendida con fe. Por esto Dios permita que nuestra fe sea probada (1ª Pedro 1:7).
3.) ¿Crees que Cristo no sabía que aquella tempestad venía? ¡Claro que sabía! La tempestad era parte de la clase del día porque ayudaría a los discípulos a entender la lección que ni siquiera sabían que tenían que aprender: que podemos confiar en Cristo en medio de las tormentas de la vida.
B.) Muchas personas tienen la idea de que las borrascas entran sus vidas solamente a causa de alguna desobediencia en sus vidas.
1.) Ciertamente la desobediencia de Jonás ocasionó la tempestad que surgió en su vida. Pero, en esta ocasión, los discípulos estaban en esta tempestad a causa de su obediencia.
C.) La localidad geográfica del Mar de Galilea es tal que tempestades violentas repentinas no son anormales; pero esta tormenta en particular debería haber sido especialmente horrible para espantar pescadores experimentados y endurecidos como los discípulos.
II.) La lección que Cristo quería enseñarlos era que tenían que tener FE en Él. Cristo reprendió a Sus discípulos por su falta de fe (Marcos 4:40; Mateo 14:31; Lucas 8:25).
A.) Hay, por lo menos, cuatro buenas razones por las cuales estos hombres no deberían haber asustado con aquella tempestad por horrible que fuera:
ü Primero: Cristo les había prometido que iban a llegar al otro lado (Marcos 4:35). Si Cristo da un mandato, también da el poder de cumplirlo. No les dijo que iba a ser fácil, pero sí, prometió que iban a llegar a su destino.
ü Segundo: El Señor mismo estaba con ellos ¿por qué tenían miedo? Cristo siempre estaba en la voluntad de Dios. Ya habían visto Sus milagros y obras, pero por alguna razón todavía no entendían que Él, en verdad, era Dios todopoderoso (Romanos 8:31, 35-39).
ü Tercero: Ellos podrían ver que Cristo estaba completamente tranquilo estando en la misma situación; esto debería haber sido un motivo de ánimo para ellos. Cristo se acostó y se durmió porque tenía la confianza en Su Padre celestial (Salmos 4:8). Jonás durmió durante su tempestad, pero él había confiado en una falsa esperanza (Jonás 2:8).
ü Cuarto: Jesucristo les había declarado abiertamente que Él era el Mesías que había venido para morir en sacrificio por nuestros pecados como el Cordero de Dios. El proclamaba que había venido para cumplir todas las profecías en La Ley y Los Profetas concernientes a Él (Lucas 24:25-27; Juan 5:39). ¿Dónde, en las Escrituras, dice que el Mesías muere ahogado en el Mar de Galilea?
A.) Posteriormente Pedro aprendió muy bien la lección de confiar en Cristo en cualquier situación y vemos la evidencia en Hechos 12:1-7.
1.) Ahora esta misma lección nos toca a nosotros. ¿Cuántas veces hemos clamado como los primeros discípulos, "Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?". ¡Claro que sí tiene cuidado! (1ª Pedro 5:7).
B.) El Señor no dejó de enseñarles con el milagro de la calma de la tempestad, porque el peligro más grande no era el viento y las olas; era la incredulidad en sus corazones.
1.) Nuestros problemas más grandes no son las cosas que nos rodean, por esto Cristo llamó a Sus discípulos "¡Hombre de poca fe!" (Hebreos 3:12).
2.) Su incredulidad dio lugar a su miedo y temor y su miedo inspiró la duda en el amor de Dios.
Conclusión: Por medio de la fe en Cristo Jesús llegamos a vencer todo temor.
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posted by Prince and Gina Parker @ 6/09/2010 12:07:00 p. m.,