Reedificando la Casa de Dios en Nuestras Vidas
lunes, abril 11, 2011
"Reedificando la Casa de Dios en Nuestras Vidas"
Sermón del Invitado Especial
Pastor Hugo Martinez Loustaunau
Pastor de La Comunidad Cristiana Zoe de Rialto (California)
Hageo 1:4-9
Introducción: Dios dice que mientras Su Casa está en ruinas, nosotros nos pasamos preocupados por nuestra casa, nuestros deseos, nuestras metas, etc. También Dios nos urge a reflexionar sobre nuestro proceder.
En el versículo seis, Dios nos dice que luchamos con tanta fuerza para realizar todos nuestros deseos pero todo esto se va, se desaparece. Nuestros esfuerzos aunque para nosotros están dando resultado, en realidad no estamos alcanzando nuestro máximo potencial porque hemos dejado el trabajo de Dios. No nos interesa la Casa del Señor. Si en realidad queremos ver la grandeza, si en realidad queremos ver nuestro máximo potencial dando dividendos, el fruto que en realidad perdura, debemos de poner atención a La Palabra de Dios para edificar la Casa de Dios en nuestras vidas.
I.) Dios nos da la clave por medio del profeta Hageo. (8) "Vayan ustedes a los montes; traigan madera y reconstruyan mi casa. Yo veré su reconstrucción con gusto, y manifestaré mi gloria —dice el SEÑOR—. (9) Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya!, afirma el SEÑOR Todopoderoso."
A.) Debemos de ir a los montes y traer la madera. La madera es el material de construcción para la Casa de Dios. Entonces sí, veremos la Gloria de Dios manifestarse. Cuando tu y yo nos pongamos a trabajar, cuando empecemos a traer el material para la construcción.
B.) ¿Cuál es esta Casa? ¿Cuál es el material para la construcción de la Casa de Dios?
II.) La Casa De Dios
A.) La Casa de Dios somos nosotros, es todo aquel que se arrepiente de su pecado y se refugia en el amor Dios por medio del sacrificio en la Cruz de Su Hijo Jesús. Aquel que confiesa con su boca y cree en su corazón que Jesucristo murió y resucito para el perdón de sus pecados (Romanos 10:9-10).
• 1 Corintios 6:19
1.) Cuando nacemos de nuevo por medio de la Sangre de Jesús y el poder del Espíritu Santo nuestro cuerpo se transforma a ser habitación del Espíritu Santo.
• 2 Corintios 6:16
2.) Por esto, Jesús nos mando a llevar el Evangelio a toda creatura, así como persona tendrá la oportunidad de ser material de construcción para la obra de "La Casa de Dios". "Y les dijo: --Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura." (Marcos 16:15)
C.) La iglesia sigue ocupada en muchas cosas y la Casa de Dios que debería de estar en pie y siendo construida, sigue en ruinas simplemente porque estamos muy ocupados. Todos los días gente muere y o se dirigen a la Gloria o al infierno. ¿A cuántos haz salvado?
¿Podrás contarlos? (Santiago 5:20) "sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados".
III.) La Iglesia y la Casa de Dios
A.) La Iglesia de Dios es "La Casa de Dios". La Iglesia es donde Dios habita, es el "Cuerpo de Cristo". Cristo es la Cabeza de la Iglesia pero el Cuerpo lo conforman aquellos que se han arrepentido de su pecado y la vida apartada de Dios y han recibido a Cristo como Señor y Salvador de sus vidas (1 Corintios 12:27) (Efesios 4:12).
1.) Por esto, Jesús antes de marcharse a estar a la derecha del Padre, fue claro al mandar a sus discípulos levantar la Casa de Dios en la tierra. No solo se los demando a ellos sino que les demando enseñar a otros a construir la Casa de Dios. "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:19-20).
IV.) La Generación Josué:
A.) Después del gran avivamiento de la calle Azusa, El Señor levantó grandes hombres y mujeres de Dios que nos han traído la enseñanza pura de la Palabra de Dios así como los milagros y prodigios que por muchos años la Iglesia no entendía y por consecuencia no los buscaba. El cristiano se mantuvo en una idiosincrasia que lo hacía perder la gran bendición de sanidad y prosperidad así como los dones del Espíritu Santo.
1.) La generación Josué llevo a la Iglesia a tomar posesión de la tierra prometida por Dios. Pero esta generación no recibe el título de "Generación Josué" solamente por el éxito, no solamente por habernos llevado a la tierra prometida. Esta generación ha recibido este título por haber olvidado así como Josué el empeñarse en levantar "La Casa de Dios". Josué lo prometió, Dios se lo demando, pero no se llevo a cabo.
V.) Una tierra donde mana la leche y la miel. ¡Gloria a Dios! (Deuteronomio 6:2; 11:19) (Josué 24:15).
A.) Todo quedo en la bendición personal, todo quedo en la "Leche y Miel". "También murió toda aquella generación, y surgió otra que no conocía al Señor ni sabía lo que él había hecho por Israel" (Jueces 2:10).
1.) Cuando murió Josué y su generación se levanto una generación que no conocía a Dios ni los prodigios y milagros que El había hecho por su pueblo.
2.) Lamentablemente Josué murió sin enseñar a la generación venidera como construir "La Casa de Dios". Así mismo la "Generación Josué" de nuestros días esta partiendo para estar con el Señor dejando ministerios sin el discipulado que Cristo nuestro Rey nos mando a construir.
B.) ¿Cómo podre saber si estoy levantando "La Casa de Dios" en mi vida? Pues simplemente voltea a tu alrededor y si no ves discípulos que has engendrado (Gálatas 4:19).
1.) Estas dejando que el enemigo tome posesión de lo que le pertenece a la Iglesia de Dios.
VI.) Somos Llamados a ser Bendición.
A.) Desde la creación, el propósito de Dios para sus hijos a sido el de ser bendición para todo aquel que alcancemos.
1.) En Génesis 1:27-28, Dios creó al ser humano y le dio el primer mandato con bendición, Sean fructíferos y multiplíquense.
2.) Para ser fructíferos debemos de aceptar a La Palabra de Dios y llevarla a cabo y seguir el liderazgo de Dios por medio del Espíritu Santo (Santiago 1:22) (Juan 16:7,13).
3.) Ya que empezamos a ser fructíferos, debemos de multiplicarnos por medio del discipulado. Jesús fue fructífero y discipuló a hombres que después hicieron lo mismo y así se pudieron multiplicar en gran manera.
B.) Dios le prometió a Abraham que su descendencia seria de gran bendición a las naciones. La Palabra nos enseña que la descendencia a la cual se refería es Jesús, "Ahora bien, las promesas se le hicieron a Abraham y a su descendencia. La Escritura no dice: «y a los descendientes», como refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno solo, que es Cristo" (Gálatas3:16).
"…Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana" (Apocalipsis 22:16).
C.) Nosotros somos el Cuerpo de Cristo, formamos parte de la "Casa de Dios", "Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo." (1ª Corintios12:27) (Romanos 4:16; 9:8).
1.) Pero no nos podemos quedar ahí, simplemente siendo fructíferos al ser parte de la bendición de Dios, debemos de multiplicarnos. La mejor forma de multiplicación es por medio del discipulado. Jesús nos enseño esto por medio de Su Palabra e instrucción y nos manda a hacer lo mismo.
VII.) La Iglesia Rica
A.) En la Palabra de Dios podemos aprender de un joven rico. Este joven vivía en la tierra prometida, seguía la Palabra de Dios y era muy prospero. Así como este joven, la iglesia de hoy se encuentra gozando de las grandes bendiciones de Dios, siguen las enseñanzas de la Palabra, declaran lo que quieren y lo consiguen, Dios los ha sanado, les ha restaurado su matrimonio, sus hijos volvieron a la cordura y ahora están cursando la universidad.
1.) Este joven se hizo la pregunta que muchas veces tu y yo nos hemos hecho ¿Qué más me falta? Aunque vivimos en la prosperidad y sanidad siendo parte de la generación Josué entendemos que hay un vacio dentro de nosotros. El Joven le pregunto a Jesús ¿Qué más tengo que hacer? Todo lo he hecho, siento que algo me falta. Jesús respondió: "Jesús lo miró con amor y añadió: Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme" (Marcos 10:21).
B.) En otras palabras, Jesús le dijo ven y sígueme, aprende lo que yo hago para que tu también lo hagas. No me refiero a seguir los mandamientos de Dios, no me refiero a ser fructífero porque ya lo eres, me refiero a aprender a multiplicarte.
• Lucas 14
posted by Prince and Gina Parker @ 4/11/2011 09:06:00 a. m.,