“Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.” (II Corintios 12:9)
Introducción: Parece difícil creer que Dios no respondería los clamores de su pueblo después de haber dicho tantas veces que lo haría. La verdad es que nuestras oraciones siempre son y serán contestadas. El problema es que a veces no nos agrada la respuesta. Tenemos que aceptar la palabra "No" o "Espera" como respuesta.
I.) Cinco razones para las oraciones no contestadas.
A.) El pecado. (Salmos 66:18) “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oiría.”
(1Juan 3:22) “y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El.”
(Juan 9:31) “Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.”
B.) La voluntad de Dios. (1 Juan 5:14) “Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”.
C.) El tiempo de Dios.
1.) Conocer a Dios y entender Sus caminos y voluntad es indispensable si queremos servir a Dios e ir al cielo. (Juan 17:3) “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
2.) Muchos creen que Pablo no hizo la voluntad de Dios cuando subió a Jerusalén en Hechos 21:4-5, 10-14. Lo creen así porque no entienden el “Kairos”, o sea, el tiempo de Dios. (Hechos 21:4-5) “Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén. (5) Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos”.
(Hechos 21:10-14) “Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, (11) quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. (12) Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. (13) Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. (14) Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor”.
D.) El plan de Dios.
1.) El caso de Lázaro. (Juan 11:1-6)
2.) El caso de Pablo. (2Corintios 12:7-9) “Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí”.
E.) Cuando él nos quiere enseñar algo.
1.) El caso de la mujer sirofenicia. (Mateo 15:21-28)
a.) El enseño fe e insistencia a todos con su trato con ella según su enseñanza en (Lucas 18:3-8).
b.) Nuevamente el caso de Pablo en II Corintios 12:9-10. “Y El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
II.) Famosas oraciones no contestadas en la Biblia.
A.) El Caso de David. (II Samuel 12:15)
B.) Los enemigos de Dios. (Proverbios 1:20-33) (Salmo 18:41) “Clamaron, mas no hubo quién los salvara; aun al Señor clamaron, mas no les respondió”.
1.) A veces la gente clama a Dios solamente porque necesitan ayuda.
III.) Famosos casos de respuestas que tardaron en llegar.
A.) Porque era necesario esperar tanto.
1.) Para que nadie puede dudar que era Dios.
a.) Abraham tuvo que esperar 25 años para que se cumpliera la promesa que Dios le había dado tocante el nacimiento de un hijo por su esposa Sara. (Génesis 12:2-4; Génesis 21:5)
b.) José tuvo que sufrir por doce años en Egipto pero con su sufrimiento vino la salvación de su familia y la simiente del Mesías (Génesis 37:23 - 41:44).
Etiquetas: Sermones
posted by Prince and Gina Parker @ 4/24/2007 05:10:00 p. m.,
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