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Introducción: En nuestro andar con el Señor es necesario pasar por nueve pruebas distintas para purificar nuestra fe y llegar a ser a la semejanza de nuestro Señor. Las pruebas que hemos visto son: “La prueba del desierto”, “La prueba de tiempo”, “La prueba de tus motivos”, “La prueba del fracaso”, “La prueba del libre albedrío” y “La prueba del desanimo”.
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I.) La prueba de ser malentendido: Moisés (Éxodo 20:1-13), David (1ª Samuel 18:6-9) y Cristo (Isaías 53:3).
A.) La prueba de ser malentendido casi siempre ocurre cuando tienes la más puras de intenciones – esta es la parte más difícil de la prueba.
1.) Esta es una táctica del enemigo que tiene el pleno fin de desanimarte.
2.) Es exigente guardar en mente la razón que hacemos lo que hacemos.
a.) Si hacemos las cosas simplemente para agradar a la gente, nuestros propósitos serán frustrados completamente (1ª Corintios 9:219-22).
b.) Si hacemos las cosas como para el Señor, aunque la gente no agradece nuestros esfuerzos, el Señor siempre reconoce nuestra labora de amor (Colosenses 3:23).
B.) Una cosa que tenemos que entender es que muchas veces el problema no es nuestro. Siempre es bueno hacer un auto-examen para ver si hay culpa en nosotros (Salmos 139:23-24).
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2.) El busca pleito rechazó la buena intención de Moisés porque él mismo estaba mal.
3.) Saúl rechazó a David por celos, envidia y porque no estaba bien con Dios.
4.) Cristo casi siempre fue entendido mal a causa de la ignorancia.
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Conclusión: La prueba de ser malentendido sirve para poner nuestro enfoque siempre en Cristo.
posted by Prince and Gina Parker @ 4/28/2009 09:59:00 p. m.,