I.) Dios quiere resultados. No debemos pensar en ninguna manera que Dios invirtió el sacrificio de Cristo en la cruz, únicamente para salvarte a ti para tu estés todos los días sentado en una banca sin hacer nada para el Señor.
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A.) Un miembro suele esperar panes y peces; el discípulo, es un pescador.
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1.) Para la mayoría de los miembros, su tarea principal es consumir lo que reino ofrece. Pero pocas veces (por no decir nunca) se ponen a la disposición del Señor en todo lo que son o lo que hacen (Hechos 20:35).
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2.) En otras palabras les gusta recibir, pero nunca dar, y además viven conformados con lo que son y con lo que hacen (Romanos 12: 2).
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B.) El miembro lucha solamente por crecimiento personal; El discípulo busca crecimiento para reproducirse.
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1.) El simple miembro común, casi nunca piensa en los demás la mayoría del tiempo esta pensando en si mismo. Piensa ¿Qué puedo obtener de esto? ¿En que va a beneficiarme este asunto?
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2.) El discípulo se reproduce siguiendo este pensamiento: Compartir con los demás todo lo que recibe o las experiencias que obtiene en el Señor. Las comparte con todos aquellos que la necesitan una palabra de Dios.
1.) A los miembros tenemos que andarlos siempre acarreando. ¡Vamos hermanos! ¿Cómo no llegó a la Iglesia?
E.) El miembro busca siempre los halagos; El discípulo busca ser un sacrificio vivo (Romanos 12:1).
1.) El miembro entrega parte de sus ganancias – y como Ananías y Safira dicen que es su todo (Hechos 4:36-5:10).
2.) El sincero discípulo da lo mejor de su vida al Señor.
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Conclusión: El egoísmo es el enemigo de la cruz de Cristo. La plena dedicación a Cristo se manifiesta en nuestra actitud de siervos dentro y fuera de la iglesia
Etiquetas: Sermones
posted by Prince and Gina Parker @ 6/06/2009 11:18:00 a. m.,